Bajo el poder devastador del golpe del enano, el cristal se resquebraja parcialmente, revelando finas grietas que se extienden como una telaraña por su superficie. El sonido del impacto resuena en la habitación, vibrando en el aire tenso. La magia del mago y la fuerza bruta del enano han estado a punto de romper la última barrera que los separa de lo divino, pero el cristal todavía se mantiene, desafiando su determinación.

Antes de que pueda golpear de nuevo, el bárbaro y el ogro se le unen al ver su iniciativa. Juntos, deciden intentar tirar de la puerta hacia los lados, con la esperanza de hacerla ceder bajo la fuerza bruta de su coordinación. Los poderosos músculos de los tres compañeros se tensan en un esfuerzo sincronizado, y el tiempo parece estirarse en este momento crítico, con cada segundo sintiéndose como una eternidad mientras miran con esperanza las grietas en expansión. Respiran aguantando el aliento, músculos tensos, mientras la esperanza y la duda luchan en los corazones de nuestros compañeros.