Tiran con todas sus fuerzas, haciendo que la puerta se agriete. Poco a poco, la puerta cede, revelando la misteriosa fuente de luz en su interior. Es en ese momento cuando el ogro y el bárbaro, con su fuerza bruta y un último esfuerzo, tiran violentamente de la puerta y, finalmente, esta cae con un chirrido triunfante.
Ante ellos se encuentra una amplia cámara, y en el centro de esta cámara, en una gran jaula de cristal, reside una entidad luminosa y escurridiza. La voz que los aventureros habían escuchado antes resuena ahora con más fuerza, pero sus palabras siguen siendo indistintas, como si se hablaran en un idioma extranjero. Los aventureros están finalmente cara a cara con el misterio que es el Divino Azar, pero aún no saben qué les depara este extraño encuentro.
El ladrón y el guardabosques escanean rápidamente la habitación y, de reojo, ven una palanca cercana. El ladrón, consciente de la posibilidad de una trampa, duda en tirar de ella. Lanzar una moneda al aire. ¿No tienes una moneda? Elige al azar.